dimecres, 27 de desembre del 2017

Tu respiración Dormida Tu ensueño entrecortado Siento el devaneo de tu pecho Y el silbido de tus pulmones Un día más, trasnochando y dando vueltas en la cama Guardiana soy, de tu descanso incierto. Escucho en las sombras Y siento en mi carne tu espalda Buscando mi tacto y te protejo Siempre en ti, Tesoro, lejos, cerca. Ayer, o un día de estos, de fechas felices, Y el se fue. Resurgió, desapareció Y marchó en sus delirios Esa sensación callada. La mirada que se clavaba La flor que recogía de un arbusto común Y plantado por los siglos... Para embellecer ciudades podridas. Condena del errante, Vaga esencia que nos maldice. Aún no me creo Que te hayas vuelto De donde todos vinimos una vez...

divendres, 15 de desembre del 2017

Me levanto un día más Siento el frío hasta el tuétano y el maldito sol que se resiste a salir Hoy enterraria mi cuerpo en honda tierra Y descansaria esta loca cabeza entre gusanos y polillas. Voy camino al trabajo arrastrando mis pies Ahora mismo es lo único que me hace ver claro En el poco calor que se puede aprovechar Tengo dos cuerpecitos que buscan estar a salvo en mis brazos Y sin pedir nada, o pidiendo toda una vida Se acurrucan bien pegados a mí Algo que marca mi tiempo como un sello imborrable Es este dolor que conozco tan bien Un dolor que me sacó de su amasijo de venas y sangre Y me expulsó desprotegida en este mundo que me es ajeno y extraño. Parece que son alimento para mi motor La pena y la ira, la frustración eterna Yo tengo el defecto De sentir a flor de piel cuando las emociones Son más fuertes que yo Y como si el diablo hiciera nido en mis entrañas Me dejo llevar... Como un halcon suicida, me elevo y me estimbo en un mismo lapso de tiempo. En el columpio del cielo se oye mi llanto Y mi grito desencajado de caída libre se convierte en presa. Supongo que en otra vida maté a mucha gente Y el destino siempre me llevará a su horca. Heridas de guerra a la sal No puedo seguir luchando contra el silbido del viento Ni seguir derrochando sentimientos Como quien muda de piel Es hora de marcar el paso de la huida Dejar un hogar donde soy oveja negra Y irme con las sombras, que como dos buitres a mis hombros siempre están. Debo irme, seguir esta senda errante llena de baches que ha sido mi vida Durante todo este tiempo... Dejarte volar libre Es de locos permanecer ante una puerta cerrada No hago ningún bien echando raíz en un suelo podrido Hasta la podredumbre siente mi estorbo Y la negra tinta con lágrimas se vierte Gota a gota, rama a rama... Se va mi vida... Se escinde Se separa de mí Me deja sola Como siempre debí estar Aunque me autoengañe En mi devaneo absurdo. Vuelvo a las andadas Vuelve el velo negro en mi mirada Me hago un ovillo y me encojo Digo adiós a la fantasía Y hola a la tristeza.