La herida
Ese circulo rojo en la blanca lona
Esa luz que al ojo daña
Y siento envidia de la gente
Que ríe ajena bañada en esa luz...
Esa luz que a mí me duele.
Cómo desearía apagar
Mi cerebro
Adentrarme en la nada
Y dejarme a un lado
No puedo asimilar la mala hora
Pero tampoco tengo fuerzas
Para enfrentarme a mi destino
Bajo el barro germina una semilla
Cuya flaqueza devuelve a la hondonada
Y al sol nunca crecerá.
La tortura sigue.