
Ése día, convencida, cogí un tren y me senté en la mesa
Parecía un día cualquiera, a ojos de los demás
Para mí no lo era, bebía para escapar
Sola entre tanta gente, escuchando música
Esperando a que volvieran del labavo mis amigas
El alcohol cerraba las puertas del olvido, o eso pensaba yo
Me volvía ciega de rabia, impotente, bebía para desahogar
Mis penas en un vaso medio vacío
Que atrapaba mi mirada en un llanto contenido
De golpe, suenan las sillas que me rodean
Y cinco personas se sientan a mi alrededor
Busco tu mirada y la encuentro
Clavada como un puñal certero en la mía
Luego, despierto en una cama ajena
Un cuerpo calienta las sábanas
A mi lado...
Pasa el tiempo, y tú estás ahí
Vuelvo sobre mis pasos y veo tus ojos azules
Veo tus brazos rodeando mi espalda
Pero a veces...miro al pasado
Todo lo que sufrí me sirve de algo?
Tomaron mi corazón como rehén...
Y el último cachito aún no ha vuelto a mí.
Bebí veneno para romper mis sentimientos
Para dudar sobre mis dudas
A veces me mosqueo, me siento vacía
Recordando tu mirada de ojos rotos
Que siempre vuelve a acechar mis pensamientos.
Abro los ojos...Y sólo tengo ganas de volverlos a cerrar.
A veces me imagino compartiendo ilusiones, entre alcohol y pensamientos
Pasando el invierno a oscuras, a ciegas.
A veces sólo veo una playa vacía bajo un cielo nublado
Y me veo a mí, surcando el cielo, convertida en pájaro.