Recuerdo claramente el sabor de lágrimas y sangre que tenía en la boca. Recuerdo las luces de la policía. Unas manos me agarraron, y me metieron dentro de la ambulancia. Y te veía a tí, tan lejos de mí, hablando con los chicos de uniforme. En ese instante se rompió algo muy grande.
No volví a ser la misma.