dijous, 25 d’agost del 2011


¿Matrimonio Burton-Taylor?. Yo le temo.
Hubiéramos acabado como Liz y Richard
Bailando entre botellas de Bourbon
Escupiendo verdades y difamando mentiras
Usando el odio como fachada
Y escondiendo al amor celosamente.
Pegándonos en la cara
Para luego abrazarnos hasta ahogarnos.
Pero incluso las relaciones más enfermizas
Ocultan una belleza pesimista
Y efímera...Tan efímera...
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Tremendos, sublimes diálogos.

MARTHA: Sólo hay un hombre en toda mi vida que me ha hecho feliz. ¿Sabes quién? George, mi marido. George, que está ahí, en algún lugar en la oscuridad, que es bueno conmigo y a quien yo maltrato, que es capaz de aprender todos los juegos al mismo ritmo que yo los voy inventando. Él, que quiere hacerme feliz, ¡pero yo no quiero ser feliz! No, no quiero ser feliz. George y Martha: Triste, triste, triste.

diumenge, 21 d’agost del 2011

Una única lágrima
Una sola
Se vertió en aquél rostro lentamente
Como si quisiera canalizar todo el dolor
Que brillaba en esos ojos descompuestos.

La luz del amanecer empezó a bañar
Las azoteas de la ciudad
Y el cielo desplegó su gama de colores
La oscuridad dejó paso al día y se revelaron los estragos de la noche.
...

"No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo? , ¿a dónde voy? , ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir."

dilluns, 15 d’agost del 2011


RECUERDA...
DE REPENTE, EL ÚLTIMO VERANO.

Perdí el hastío, lo dejé encerrado
En algún rincón de mi cabeza
Huí de mi prisión de asfalto
Y salí disparada hacia la libertad.
Compartiendo mi vida,
Volando muy alto.

Subí a algún lugar
Muy lejano del ruido mundano
Y levité muy cerca del cielo
Sin dar importancia a tener los pies en el suelo.

La serenidad de aquellos días,
el trance de mis noches
Y el poder de aquellos pequeños detalles
Que suceden improvisadamente
y embellecen a la vida por pequeños momentos
Dieron sentido y color a mi esperanza.

Recuerdo...
El primer llanto de vida,
La alegría de la infancia,
Los atardeceres, el sol,
Los paisajes, los prados verdes y el mar,
Los sentidos aguzados
La curiosidad de las palabras
La sutil belleza del atardecer,
Extendiendo mi mano hacia las nubes
Para ver el sol filtrarse entre mis dedos.
Sentir el viento pasar,
Cerrar los ojos
Y el tiempo vuela,
Y tú creces, para darte cuenta
De que han pasado aquellos días de juegos y risas.
La noche llega, y con ella la música
Los versos, las rosas, las dudas.
La alegría, la ilusión.
Las mañanas son soleadas,
las ventanas, abiertas
Irrumpe una luz en la oscuridad templada
Y los motores empiezan a temblar, deseosos de acción.
Cuando hay un sentimiento
Capaz de exterminar todos los miedos
Un hombro en el que apoyarse.

Tiembla la vida a merced de todos estos acontecimientos
En el filo de la navaja, oscilando entre la felicidad y la tristeza,
Brindando la suerte de poder ofrecernos
Cuando estamos en la melancolía
La posibilidad de volver a esos tiempos
Por medio de los recuerdos.


dimarts, 9 d’agost del 2011

Esperar, esperar, esperar
En la barra de algún que otro bar
Escondido en el caos de la ciudad
A que alguien me venga a buscar.

El río ya no sigue su caudal,
Hoy la muerte me mandó una postal
Y me recordó lo fácil que es caer
Cuando no hay nada que perder.

La vida es un hilo lleno de nudos
Que trata de escapar de la aguja
Que alza su afilada lanza,
Dispuesta a destrozar
Como una jauría de hienas hambrientas
Cualquier destello de libertad
Que llegue a filtrarse
En una colección de ruidos atesorados
En el vacío de la memoria y en el misterio de los sentidos.

Nuestra suerte es la evasión
Y los símbolos las casualidades
Que fluyen por las aguas del tiempo
Nuestra arma, el sentimiento,
Corazón en mano,
Y ser sinceros.


dimecres, 3 d’agost del 2011


La vida es una carretera en la que no se ve el infinito, como pasa en todas las cosas que esconden algún misterio, su fin es una incógnita que flota en el tiempo, y raras veces podemos imaginar su destino.
Nacemos inocentes, llenos de paz. Pero los agentes externos condicionan nuestra percepción, y tenemos que escoger, a ciegas, sin saber qué hay detrás de las manecillas del reloj y su ritmo incontrolable, y los hechos, ah, los hechos, que se mezclan con el maldito transcurrir de las cosas, y dejan huellas imborrables.
Qué bonito me parece
observar la nada cualquier atardecer, y ver como la luz se filtra entre mis dedos extendidos. Y fijarme en cada detalle, y percibir las historias que cuentan cada una de las venas, de las cicatrices, de los bultos, de las señales y de las líneas que caracterizan y dan sentido a mis manos.
Casi puedo oler la fragancia de otros tiempos...Mientras me permito evadirme por momentos de la realidad cruel que se asoma, recordándome que es hora de volver al mundo, donde una masa agonizante y desgraciada, lucha por sobrevivir en una jungla de asfalto, donde unos nos pisamos a otros sin que nadie pueda juzgarnos. La humildad y la bondad están en peligro de extinción...Por eso hay que buscar en los corazones más indómitos, porque no hay mayor tesoro que la virtud de lo sobresaliente y para nada normal, encontrar una forma de intercambio de pequeños detalles preciosos, y valorar a las personas por su espíritu.