diumenge, 21 d’agost del 2011

Una única lágrima
Una sola
Se vertió en aquél rostro lentamente
Como si quisiera canalizar todo el dolor
Que brillaba en esos ojos descompuestos.

La luz del amanecer empezó a bañar
Las azoteas de la ciudad
Y el cielo desplegó su gama de colores
La oscuridad dejó paso al día y se revelaron los estragos de la noche.
...

"No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo? , ¿a dónde voy? , ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir."

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