

Estoy tan sola en este tormento de mundo.
Yo creía haber encontrado nido en unos brazos
que cristalizaran un pecado cálido y incondicional
A lo sumo recibo la punzante certeza del error
Tu frialdad hiela mis huesos
Tus manos son vacías corrientes de humo
Mi cuerpo sigue tiritando
Siento un hondo penar que sabe a hierro candente
Me convertí en deseo una noche de invierno
Y su fluido baile ha desembocado por un pobre desague, vertido en el miedo del nada.
Quise ser rosa y espina a la vez
Quise ser orquídea única
Para volver a descifrar el simbolismo de la luna
Que me grita y resolla una verdad que escama
Mi sueño de amor está deshecho
Se cierne en mi una horrible maldición
La de ser una pobre ilusa
Que se creyó querida
Que fantaseó con blancas flores
En una íntima y sellada ceremonia
Que pensó ser el vaso que contiene un alma
Y despertó estrellada contra el duro asfalto
Yo, que alardeo de tener los pies en la tierra
He vivido estos tres meses de pura irrealidad
Me merezco esta soledad
Y curtirme en cuero de puro hielo
Pues a pesar de mil lágrimas que derrame
No encontraré la causa y efecto de mi sonrisa rota.
Nunca te culparé por ello,
Fui yo, que creí ser pájaro
Olvidando ser guijarro.