
Hoy la luna escamó mi presencia en este mundo
Ceñida prenda de terciopelo azulado
Que tinta lágrimas de argento en la pálida porcelana.
De la ansiedad del asfalto emerge un lamento
Maullido seco y hostil en el viento
Sudor y sangre escarlata
Surcando ríos de bandas sonoras
Y baches y dunas de grisaceo pavimento.
Contraste de frágiles amapolas y rudos cardos malva en las recurvadas cunetas
Desazón brotando en un pecho revuelto,
En mi corazón abierto.
Y la luna tan sincera acariciando mis metas
Mi causa y mi recaída
Espacio de rabia y duda.
Despacio en el destino de un alma quemada
Por las partes más hermosas del infierno y del misterio
De las ráfagas nubladas del tiempo
Que se sucede en su caudal cienagoso
Pero tan verdadero como que mis pies
Rozando tierra andan sin marcar sus huellas.