Hace tanto frío fuera que se me congelan los dedos de los pies.
En mi habitación...estamos yo, Charles de fondo y mi gato hecho un ovillo encima de mi cama.Parece tranquilo,relajante. Si se repite la misma escena cada día, hasta aburrido.
Supongo que si se pudieran vislumbrar las cosas intangibles ahora mismo estaría observando apaciblemente como sale a presión de mi cabeza un amasijo revuelto de pensamientos, y se podría ver a lo lejos mi casa sin chimenea, expulsando un humo negro y espeso que sin embargo se esfuma al chocar con el aire...
A veces tengo que palpar mi cuerpo en las tinieblas para comprobar si existe aún alguna conexión entre mi mente y él. A veces dudo,¿Soy real?
Estoy fuera. En otra división. Más lejos que cerca.
Dolería mucho menos si no me diera cuenta.
No puedo hacer más que cerrar los ojos...
Y dar la espalda
Dentro del laberinto.Y no hay salida
Pero a veces me pregunto si aquella luz que aparece entre las sombras tiene nombre
y cuerpo, y alma, y si también sueña detrás de una ventana
y se refugia en el placer de sus soledades
Sólo si tuviera la certeza
De que hay más almas errantes que se mecen en el río turbio de la vida
que no se agarran a las manos que nos tienden,
que no se salvan pero se pierden...
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