
dimarts, 26 de juny del 2012

divendres, 22 de juny del 2012
Cuántos poetas se ahogaron en el olvido
Cuántos virtuosos colgaron del árbol de la perdición
La oscuridad atrapa las almas más insólitas
desde el momento de su nacimiento
al haber concebido sus madres
seres oblicuos y transparentes
venas azules, secuelas dispersas por un cuerpo
De rodillas rezando a la entidad antigua
que vela en sueños, que conserva grados inexpugnables de pureza
en frascos de cristal, coleccionando cual mariposa pegada en papel fino
la energía motriz de sus mentes malditas
seres fetales que nadan en turquesas aguas estancadas
que desbordan presas en la angustia del silencio
voces calladas a quemarropa
ecos que claman en la cueva
la necesidad de ser exprimidos y luego hallarse completamente vacíos
el urgente deseo, amarga lucha contra los corrientes del destino imperturbable
vidas desgarradas, estancias pobremente iluminadas
que revelan una sombra encorvada y trémula
frágil cual pétalo de rosa roja
que desprende cristales de melancolía exhaustiva
despedidos hacia millones de canales.
Nos encontraremos en el más remoto sueño
aún cuando el mundo estalle en pedazos
y las carnes marchitas vuelen por los aires
nosotros nos buscaremos para hallarnos
en el pozo de la tristeza más gozosa.

diumenge, 10 de juny del 2012

diumenge, 3 de juny del 2012
Tengo tanto amor dentro de mí
y tanta gente a la que curar
que daría mi única pureza
para quedar agotada y corroída
por el blues.
Con el blues, los huesos bailan
la sangre corre por su cauce
las venas, saturadas
cuando el blues vuela libre
sientes un dolor inhumano
demasiado real para pertenecer a un sólo cuerpo
pues el blues es tierra del luchadores
es un sinfín de nacimientos y muertes en una sóla canción
blues subterráneo, maldito, residente entrañable
de mis vísceras oscuras
él nunca me rehuye porque vive a mi cuesta
la aguja escupe sangre, sangre, sangre
y yo sólo pido
quedarme con el blues
lamerle las heridas
hasta convertirlo en felicidad abstracta
y beberme su fuerza hasta reventar.
Daría lo poco aprovechable que queda en mí
para terminar con la necesidad de socorro,
terminar con los aullidos nocturnos
que suplican por un poco de calor
mataría por absorber el infierno del mundo
las almas surcarían el cielo libérrimas
como yo lo fui una vez.
Qué poco me conocéis
y cuánto os quiero...
que nadie espere que me despida...
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