Deténme antes de que caiga por fín en el vacío que proyecta la sombra de mi ser cada vez que me asía a una piedra del pozo era como descender cuatro metros por el túnel de la muerte El vaho oculta el interior de la ventana... Fue como si por un instante viera en sus ojos una parte de lo que podría haber llegado a ser, rota y perdida como la primera vez... no pude resistir el dolor del reflejo y quise fundirme con el mal como tantas otras veces, cayendo en sus fauces... que me retienen en sueños y me recuerdan la maldición que se nutre de mi desdicha y aparece cada vez que beso botellas el elixir de la muerte que tanto me perdió... caída libre hacia el laberinto de mi vida...una eterna pesadilla. Nada ha cambiado...a pesar de tantos esfuerzos en balde la bestia se asoma con demasiada frecuencia... cuando más trato de retenerla más duele tenerla encerrada... y el espiral vuelve a girar eternamente hasta que tenga piedad...quien sea.