dimarts, 6 d’agost del 2019

Entendí. Con el tiempo entendí.
El tiempo transcurre en siglos
Cómo una gota de agua cae , a su ritmo, sin compás. Programa su descenso de la rama al charco...que ensancha tan lento. 
Sin embargo el caudal suma y suma días y mas días y vacío que crece y esperanza que discurre en estos tiempos de locos..tiempo....
Abro los ojos y me duele
Me duele la luz que irrumpe en mis pestañas que quieren seguir en el letargo
Me duelen los huesos, me duele el alma.
Los huesos duelen más, el alma menos.
Vivo esperando vivir, espero poder esperar vivir.
Las vidas esas vidas que crecen
Esas vidas que viven...
Mi vida que sigue.
Mi alma que está entaponada. Que sigue luchando por sobrevivir.
Se puede sobrevivir. La clave está en sobrevivir mejor, o sobrevivir peor.
Y nunca me creí esas patrañas
Sobrevives mejor porque tus circunstancias son más felices .
El aire es una bendición para los que vivimos en las dunas
Para aquellos que hemos aprendido a mejorar nuestro humor porque hemos podido salir a hacer un reparto en horas de trabajo y escaparnos a comprar unos cacahuetes para vencer el hastío del calor y el reloj que pasa lento ...
Para aquellos que recibimos mil señales
Del sol, de las plantas, de los insectos picandonos y nos hacemos fuertes, nos hacemos de piedra.
Pero somos tan conscientes de que el tiempo pasa....
Y la felicidad no espera a que pase el tiempo.
No se nutre de pequeños tristes momentos en que observas la calma del atardecer en un silencio lleno de vida
Un silencio y una calma que escapa a lo terrenal
Que rompe a pequeñas gotas el sonido de animales ocultos
En una vida de plantas que asoman por todos los recovecos de un armazón de plastico y hierro ...
Y sientes en tu piel cada picadura de insecto, cada hoja hiriéndote 
Cómo una bendicion que los siglos han venido a enseñarte.
De una forma tan solitaria que entiendes la soledad
Su sueño y su despertar
El de cada raíz, el de cada núcleo
Cada flor sorprendiendo mis predicciones
De cada parte de esa naturaleza gritándome en ese silencio
Que me entregue a ella.
Hay un coche viejo bajo el tejado enredado de trepadoras centenarias
Hay vidas y mil pasos y se se siente a los dueños de ese lugar
Siempre han sido los gatos.

Hay un dolor escondido
Que se ve a través de mis ojos
Perdí aquello que tanto amé
Se dejó llevar lejos de mi
Yo que lo sentía tan cerca.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada