Noches de Four Roses y champagne, noches de callejones, jóvenes alcoholizados, demasiado ebrios para mirar a su alrededor, y darse cuenta del dolor que uno puede causar.
Fue como si se me hubiera clavado una espina de merluza bien adentro del cuello, encontrarte para odiarte, siguiendome por las calles. Sentí aprensión y ansiedad y me mantuve firme, porque es hora de dejar de sufrir, ganar una batalla a la tristeza, que es esa que siempre viene a molestar cuando mejor uno está, que nos ahoga en sus brazos, que nos lleva a cometer locuras.
Atrápame si puedes, aunque ni lo quieras, porque voy a volar raso, evitando tus ojos, pegandote en los brazos, pero estás tan lejos...tan lejos....tan lejos...
Sueño contigo, me despierto empapada de sudor, cierro los ojos, abro las manos, y la cama está fría y vacía, como debe ser. Desperté y ya no siento nada...nada...nada.
Volaré, cantaré, como Camarón, te dejaré atrás en el camino, y no me giraré para comprobar si estás ahí
Porque tu me has echado de tu mundo como si nunca hubiera sido nada para tí.
Estás fuera de mí, y no voy a hacer nada para evitarlo
Sólo seguir bebiendo y divagando entre mis sueños de niña perdida...
Porque no me queda más que ir a la deriva
SIN TÍ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
!!!!!!!!!!!!
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